Una butaca con vistas


Comencé este blog como extensión de lo que escribo en ABC y para aportar mi vision personal -que, evidentemente, no tiene cabida en el periódico- sobre distintos aspectos del mundo de la escena; me servía, además, como desahogo. Poco a poco, y gracias a vosotros, sus lectores, el blog se fue transformando, aunque mantenía la esencia de espacio absolutamente personal; entiendo que mi experiencia profesional otorgue a mis opiniones una naturaleza que nunca pretendieron tener. Me considero más informador que crítico, más portavoz que analista, más amigo que enemigo (aunque no he considerado nunca la crítica como un «enfrentamiento», cosa que algunos sí hacen), y este blog se había convertido últimamente en un espacio de críticas y no en un blog personal, sin mayores pretensiones que expresar mis opiniones y volcar más de tres décadas de experiencias periodísticas ligadas a las artes escénicas y sus protagonistas. 

Los blogs de teatro se han convertido en los últimos años en la voz de la crítica para muchas de las gentes de la escena, especialmente para el mundo off, al que tanta falta le hacen voces que amplifiquen su tan a menudo ingrato trabajo. Creo que solo el tiempo puede decantar estos blogs, separando la paja del grano, y quedarán en pie aquellos que demuestren profesionalidad y criterio, un poco de manera darwiniana. También el mundo del teatro deberá reflexionar para no aceptar como críticos a los que no son más que aficionados pretenciosos o aduladores (no pretendo ofender, ni mucho menos meter en el mismo saco a todos los blogs, pero esos existen, y lo sabéis), simplemente por el hecho de que hablen bien de sus montajes.

Estas palabras quieren ser al tiempo una explicación de la ausencia de entradas en el blog en las últimas semanas -soy voluntariamente petulante al pensar que alguien las ha echado de menos-; no es la única razón, pero sí os confieso que tengo que repensar lo que quiero hacer con el blog. Durante los últimos años me he sentido, de algún modo, prisionero de él, y lo último en que quiero que se convierta «Una butaca con vistas» es en una obligación. 

Me gustaría conocer vuestra opinión. Me ayudará a decidir. Muchos me seguís en las redes sociales; usadlas. Quienes no lo hagáis podéis escribirme al correo: jbravo@abc.es   

Comentarios

  1. Creo que tienes mucha razon en lo que dices sobre los blogs y también en que el tiempo irá desgranando aquellos que realmente informan y no adulan o por el contrario asesinan directamente a las producciones. La idea es no darles mas poder del que tiene como informacion y no tenerlos como un referente absoluto, pero entiendo que eso es difícil. Tu blog es tuyo, es personal y creo que puedes hacer con él lo que quieras y cuando quieras y que, mientras sea algo que te guste y te reporte satisfacción lo mantengas pero, en cuanto sea una carga o algo que te de quebraderos de cabeza lo olvides o quizá mejor lo dejes reposar.

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